Recibiendo del Padre

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Juan 14:26

El refugio secreto de mi papá se encuentra en las montañas. Su pasión por el senderismo corre por sus venas, y a menudo, Dios le habla mientras recorre un sendero. A los veintisiete años, escaló el Monte Olimpo (no, no el que mencionó Homero en la Odisea, por si te lo preguntabas). Fue descendiendo esa montaña en Utah cuando encontró a Dios de una manera que cambió su vida para siempre.

La tranquila soledad que normalmente envuelve sus caminatas no logró calmar su mente esta vez. En cambio, una frenética partida de ping-pong de opiniones comenzó en su mente: ¿Era el bautismo del Espíritu Santo algo vigente en la actualidad o no? Hace solo unos días, su hermano había orado en lenguas frente a él. Pero esto iba en contra de todo lo que le habían enseñado en la iglesia.

La discusión en su cabeza continuó por unos minutos, concentrando su frustración en cada paso que daba en la montaña. Rayos de luz atravesaban las ramas, mientras hojas de hierba trituradas se arremolinaban a su paso con una ráfaga de viento que sopló de repente. De pronto, comenzó a sentirse diferente. Algo se agitó dentro de él y, desde lo más profundo, emergió una sensación inesperada. Una alegría indescriptible lo abrumó; no pudo evitar reír y un idioma que nunca había hablado brotó de su boca.

Mi papá no suele saltar. Pero me dijo que ese día comenzó a saltar "como una niña pequeña" por el sendero. Me recuerda al hombre cojo que Pedro sanó en Hechos 3:8: "y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios." Hasta el día de hoy, mi papá considera esa una de sus mejores caminatas.

Estoy muy agradecido por tener un padre terrenal con un profundo deseo de conocer a Dios. Papá, gracias por enseñarme cómo puedo tener una relación personal con Él.

Ya sea que tengas o no un papá en tu vida este Día del Padre, recuerda que tienes un Padre en el cielo que te ama profundamente. Así que, ya sea estando solo en tu habitación o haciendo una caminata en las montañas, busca hoy tu lugar secreto con Él.

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Un Tiempo Para Dar