Eres bendecido para ser una bendición

Lucas 16:1-18

Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y este fue acusado ante él como disipador de sus bienes.

Lucas 16:1

El mayordomo injusto era codicioso. No había sido fiel a su amo ni a sus deudores. Había malgastado los bienes de su amo en sí mismo. Cuando fue descubierto, su naturaleza egoísta consideró las opciones y decidió que tenía que haber un cambio. Decidió utilizar el dinero de su señor para hacer amigos y así, cuando le despidieran, tendría a alguien que le ayudara.

Al parecer, su señor era lo suficientemente rico como para no ofenderse cuando el mayordomo estuvo perdonando deudas; en lugar de enojarse, lo elogió. No elogiaba su deshonestidad, sino el hecho de que por fin utilizara el dinero de su señor para planificar el futuro en lugar de malgastarlo en sí mismo. Aunque el mayordomo estaba motivado por lo que ganaría en última instancia, había prudencia en sus acciones, una cualidad que no había tenido antes.

En este sentido, Jesús dijo que los hijos de este mundo (las personas perdidas) son más sabios que los hijos de la luz (los nacidos de nuevo) porque planean para el futuro. Jesús nos instruye a usar el dinero, las riquezas injustas, para hacer amigos que nos reciban en moradas “eternas”. El uso de la palabra “eterno” denota que Jesús está hablando de nuestro futuro eterno. Las personas que han sido salvas y bendecidas por nuestras inversiones en el reino de Dios nos recibirán literalmente en nuestro hogar eterno cuando vayamos con el Señor.

Dios te dio tus posesiones materiales, así que en realidad eres un mayordomo de Sus recursos. Él te dio esta riqueza para establecer Su pacto en la tierra, no para que la desperdicies en tus propios deseos. Hoy usa tu dinero y posesiones con esto en mente: ¡eres bendecido para ser una bendición!

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