La higuera
Marcos 11:13-24
Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
Marcos 11:14
Jesús tenía hambre y vio una higuera que ya tenía hojas, lo que le hizo creer que tenía higos. Pero no era así, no había higos. En respuesta, Jesús maldijo a la higuera con Sus palabras, diciendo: “Nadie coma fruto de ti en adelante para siempre”.
Jesús le habló a la higuera. Este versículo dice: “Respondiendo Jesús, le dijo”. Eso significa que la higuera había estado hablando con Él. Algunas personas piensan que esto es raro, pero las cosas nos hablan todo el tiempo. Tu chequera te dice que no tienes suficiente dinero para salir adelante. Tu cuerpo te dice que estás enfermo. Las situaciones nos dicen cosas negativas sin decir una palabra. La mayoría de nosotros recibimos estos comentarios negativos y los hablamos con nuestra boca, dándoles poder sobre nuestras vidas con nuestras palabras.
Jesús hizo lo correcto. Usó Sus palabras para silenciar la hipocresía de esta higuera. Profesaba fruto al tener hojas, pero no lo poseía, prometió algo que no podía cumplir. Jesús dijo que nunca más daría fruto a nadie, ¡y no lo dio! Inmediatamente murió de raíz, y Su muerte fue visible al día siguiente (Marcos 11:20).
Los discípulos de Jesús quedaron impresionados por el milagro y le preguntaron. Él les dijo que se trataba del poder de las palabras. Cualquiera que hable con fe, sin dudar en su corazón, obtendrá lo que diga. Esto funciona tanto en positivo como en negativo.
Hoy, cada vez que alguna circunstancia negativa comience a hablarte, respóndele con fe, y observa cómo cambia la situación.
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