Siempre dispuesto

Mateo 26:36-45

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Mateo 26:41

Si ya naciste de nuevo, tu espíritu no es ‘tu problema’. El Espíritu Santo hizo tu espíritu nuevo cuando vino a vivir en ti. Ahora tu espíritu es como Jesús (1 Jn. 4:17) y siempre está dispuesto a hacer la voluntad de Dios. Tu problema real es tu carne.

La carne, como Jesús la describe aquí, no solo incluye tu cuerpo físico sino también tu alma. Dios te ha dado todo lo que se necesita para caminar en victoria, pero también tienes el tesoro de tu espíritu nacido de nuevo alojado en una vasija de barro (2 Co. 4:7). Esto quiere decir que tu espíritu, donde Dios depositó todo Su poder y gloria, reside dentro de tu carne.

Jesús había pedido a Sus discípulos que velaran y oraran con Él en lo que era Su momento más angustioso. Les dijo: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte”, y les pidió que oraran con Él. Ninguno de ellos pudo hacerlo, todos se durmieron. Nos parece una barbaridad hasta que estamos físicamente agotados y el Espíritu Santo nos da la unción de orar. Nuestros espíritus, y a veces nuestras almas en un principio, están dispuestos, pero nuestra carne sigue cansada. Tendremos que decidir perseverar en el Espíritu o rendirnos a nuestra carne.

Lo que necesitas recordar es que puedes aprovechar el poder del Espíritu Santo dentro de tu espíritu renovando tu mente con la Palabra de Dios. Cuanto más se renueve tu mente, más fluirá el poder de Dios a través de tu alma y cuerpo físico. Debes ejercitar tu alma, mente y cuerpo para la piedad (1 Ti. 4:7-8). Entonces, cuando el Espíritu Santo te pida que intercedas por alguien a las tres de la mañana, tu espíritu estará siempre dispuesto y dominará tu carne fácilmente.

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