¿De dónde vengo?
En una de mis reuniones, el Señor me llevó a responder a las tres preguntas más importantes de la vida: ¿de dónde vengo? ¿quién soy? y ¿adónde voy? He descubierto que la mayoría de las personas no saben cómo responder a estas preguntas. En este artículo empezaré por la primera: "¿de dónde vengo?". Aunque la pregunta más importante para tu bienestar espiritual y emocional es "¿quién soy?", no se puede responder hasta que no estés seguro de tu origen. Cada vez que hago la pregunta: "¿De dónde vienes?", me doy cuenta de que la forma en que las personas responden a ella determina quienes son.
Recuerdo a un hombre, en particular, que me cito toda su genealogía, pero esa no era la respuesta correcta. Es cierto que biológicamente descendía de sus abuelos y padres, pero ese no era su verdadero origen. No sabía que somos literalmente una extensión de Dios, creados por Él. Gracias al libro del Génesis sabemos que Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que salió de ellos, incluidos nosotros. En el Salmo 139:15-16, David le hablaba al Señor y le decía: "No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra". Fuimos conocidos por Dios mucho antes de que la genealogía entrara en escena.
La Biblia enseña que todo ser humano que haya respirado alguna vez tiene un conocimiento intuitivo de la existencia de Dios. Puede que sea confuso, pero está presente. Sin embargo, es posible negar su existencia. Se puede endurecer el corazón hasta el punto de ya no sentir ninguna convicción o, incluso ir más allá, y convertirse en un réprobo, que es cuando Dios quita realmente el conocimiento de sí mismo. Un agnóstico o un ateo es simplemente una persona que ha endurecido su corazón a esa vocecita de Dios que funciona como un radar, buscando a Dios. La Escritura dice que dentro de cada persona hay un vacío en forma de Dios.
Romanos 1:18-20 dice,
"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa."
Si meditas en estos versículos, aprenderás que no hay razón para decirle a la gente que Dios odia su pecado. No tienes que decirles que Dios es santo y ellos impíos, dignos de Su juicio. La ira de Dios ha sido revelada a cada hombre y mujer, y ellos no tienen excusa. Por eso es tan importante hablar del amor incondicional y la gracia de Dios. La gente en el mundo ya se siente condenada; necesitan saber cómo ser libres.
Mientras estuve en Vietnam, comencé un estudio bíblico. En una de nuestras reuniones, un ateo declarado decidió asistir y sabotear el estudio. Y lo consiguió: me ridiculizó, hizo preguntas que no pude responder y, básicamente, me hizo quedar como un tonto. Luego, simplemente se fue y se llevó a todos los hombres del estudio bíblico con él.
Unos treinta minutos después, este hombre regresó. Y yo estaba orando: "Dios dame otra oportunidad de alcanzar a este hombre". De repente, se acercó y, de pie frente a mí, dijo: "Quiero lo que tienes". Sorprendido, le dije: "¿Lo quieres?". Me dijo que sabía que me había desacreditado y superado en todos los puntos, pero que lo que yo tenía era mucho más que un argumento. Continuó: "Tú tienes una verdadera relación con Dios y yo quiero lo mismo". Gloria a Dios, pude llevar a este hombre al Señor. Este ateo declarado me dijo después que en el fondo de su corazón realmente sabía que había un Dios.
Todo el mundo sabe que hay un Dios. Ese radar que Dios colocó en tu interior está constantemente enviando señales; es una vocecita apacible.
El Salmo 46:10 dice,
"Estad quietos y conoced que yo soy Dios".
Creo que esto está hablando literalmente de quedarse quieto ante el Señor no sólo física sino mentalmente. Tu capacidad de escuchar esa voz se ve obstaculizada cuando estás escuchando la radio, viendo la televisión, o entreteniéndote de alguna otra manera. He encontrado que muchas personas no pueden estar quietas. No soportan estar solos en casa sin alguna distracción. ¿Por qué? porque cuando se quedan quietos ante el Señor, esas tres preguntas siguen surgiendo: ¿De dónde vengo? ¿quién soy? ¿a dónde voy?
Te garantizo que, en el interior de cada persona, está la voz de Dios hablándole de Su existencia. Les está diciendo que no son el centro del universo, que tiene que haber algo más importante que servirse a sí mismos. Esa voz les dice que hay alguien más grande y poderoso que ellos y que deberían servirle a Él. Las personas más miserables que he conocido son las que piensan que todo se trata de ellos, de amarse a sí mismos, de servirse a sí mismos y de conseguir cosas para sí mismos. Si alguna vez se callan, esa voz interior comenzará a hablarles, y aprenderán una revelación muy profunda. Es simple pero cierto: hay un solo Dios y no eres tú.
Una vez que te das cuenta de que fuiste creado por Dios y que no fuiste un accidente o simplemente una creación biológica, debes entonces preguntarte, ¿por qué fuiste creado? Ante todo, fuiste creado para relacionarte con Dios. Eso no se limita a, pero ciertamente incluye, la experiencia de nacer de nuevo, donde aceptas a Jesús como tu Salvador personal. Pero después de la salvación, tenemos que reconocer que ya no podemos controlar nuestras vidas con éxito como tampoco podríamos salvarnos a nosotros mismos. Tenemos que volvernos dependientes de Dios. Necesitamos reconocer que no somos lo suficientemente sensatos, espiritualmente, para salir de la tormenta sin la ayuda de Dios. Sólo necesitamos decir: "Dios, no sé lo que debo hacer; Revélate a mí".
Jeremías 10:23 dice,
"Conozco, oh, Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.”
Este es un profundo pasaje de la Escritura. Dios no nos creó para controlar nuestras propias vidas. Él nos dio el privilegio y la autoridad para elegir, pero sería un desperdicio elegir algo menos que Su plan para nuestras vidas, si queremos lo mejor de Él. Otro pasaje de la Escritura que ha sido muy especial para mí es Jeremías 1:4-5:
"Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones."
Antes de que Jeremías naciera, antes incluso de que fuera formado, Dios lo estaba formando con un propósito. En Gálatas 1:15, el Apóstol Pablo dijo que Dios lo separó para el Evangelio desde el vientre de su madre. Estas escrituras no son solo para Jeremías y Pablo; son para todos. Dios nos llamó, nos escogió y nos ungió mientras estábamos en el vientre de nuestras madres.
La razón por la que la evolución es tan popular hoy en día es porque la gente no quiere aceptar el hecho de que fueron creados por Dios con un propósito en mente. Si admiten la existencia de un creador, entonces deben hacerse responsables de sus vidas. Si pueden convencerse de que no fueron creados, sino que simplemente evolucionaron, o de que son sólo el resultado de la biología, entonces eso básicamente no los diferencia de un perro, un conejo o cualquier otro animal. Los deja libres para seguir sus instintos y satisfacer la lujuria de su carne; y pensar de esta manera calma sus conciencias. No voy a hablar de la evolución en este artículo, pero la verdad es que no hay absolutamente ninguna evidencia de que la evolución sea algo más que una teoría. El mismo Darwin la rechazó en su lecho de muerte. Él nació de nuevo, se arrepintió y se lamentó de lo que escribió.
Jeremías sigue diciendo en el capítulo 29, versículo 11,
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis."
Me gusta saber que tenemos un final esperado. No tenemos que adivinar. Puedes predecir tu futuro si averiguas lo que Dios quiere que hagas. No tienes que preguntarte cual será tu final, si todavía estarás sirviendo al Señor, si vas a aguantar, si vas a morir de una forma terrible. En lo personal, puedo decirte lo que va a pasar porque he tomado el tiempo para escuchar la voz de Dios, y Él me ha revelado Su plan para mí. Entiendo cuál va a ser mi final, voy a salir en un resplandor de gloria, con alegría en lugar de un gemido.
Si no tienes esta confianza, es porque no sabes si estás donde Dios te quiere. Sólo tienes una oportunidad de alcanzar todo tu potencial en esta vida, y que lo alcances o no depende completamente de que encuentres el propósito y el plan de Dios para tu vida. Puedes tener cierto grado de éxito usando tus dones y talentos, pero eso no es nada comparado con lo que podría ser si conocieras la voluntad de Dios y luego usaras esos talentos para cumplir Su plan para tu vida.
Una vez escuché predicar a un hombre que hizo esta pregunta a la audiencia: "Si quisieran encontrar el lugar en la Tierra donde están las personas con más potencial, ¿dónde buscarían?". La gente empezó a mencionar cosas como: en las grandes ciudades, en Wall Street, en una gran empresa, y otros lugares. Finalmente, él dio la respuesta: "Es un cementerio, porque casi todo el mundo se lleva su potencial a la tumba. Nunca lo descubren". No te vayas a la tumba deseando haber conocido Su voluntad para tu vida. Cueste lo que cueste, hazte esta pregunta.
Sabes que fuiste creado por Dios. Sabes que Él te creó con un propósito y un plan. Pero sé honesto contigo mismo. ¿Podrías decir: "No sé con certeza si he descubierto el propósito de Dios"? Puede que estés justo donde Dios te quiere, pero si no has tenido suficiente comunicación con Dios para saberlo sin lugar a dudas, pregúntale cuál es tu propósito y pídele que te muestre tu potencial. Averigua cuál es y cúmplelo.
Tu voluntad de seguir el plan de Dios para tu vida afectará también a las vidas de muchos otros. Llevas dentro de ti milagros y bendiciones para las personas de tu círculo de influencia. Si no estás en la voluntad de Dios, esas personas pueden no recibir lo que Dios tiene para ellos. Puede que a algunos de ustedes no les guste lo que estoy diciendo, porque suena como si ustedes pudieran provocar el sufrimiento de otros al no estar en el plan de Dios para su vida. Bueno, eso es exactamente lo que estoy diciendo. Así que, búscalo a Él, y Él te revelará para qué fuiste creado.