Cómo Mantenerse Positivo en un Mundo Negativo 

Si no te has dado cuenta de que vivimos en un mundo negativo, no has prestado atención. 

 

Estas influencias negativas han sido evidentes desde que el pecado entró en el mundo. Con los desastres naturales, las elecciones presidenciales, y hasta una pandemia mundial, no es de extrañar que a tanta gente le cueste expresar esperanza. 

  

Si añadimos cosas como la enfermedad, la pérdida de trabajo o los problemas matrimoniales; podemos ver cómo, con el tiempo, las presiones y preocupaciones del mundo pueden robar el amor y la alegría de nuestra vida, si se los permitimos. 

  

En Mateo 24:12, Jesús dijo esto: "Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará". Él dijo que esto sería una característica de los últimos tiempos. Jesús estaba diciendo que las cosas negativas que suceden a nuestro alrededor, no necesariamente en nosotros, harían que el amor de muchos se enfriara. 

  

La palabra "enfriará" usada en esa escritura es realmente significativa. Se remonta a la forma en la que las velas de cera se hacían antes. Se sumergía una mecha en cera caliente y luego se sacaba y se dejaba enfriar durante unos segundos, dejando una fina capa de cera. El proceso se repetía cientos de veces hasta que la mecha quedaba enterrada en la cera. 

  

Lo mismo ocurre con el corazón. Si quitamos los ojos de Jesús y nos centramos en el mal de este mundo y en nuestras circunstancias; poco a poco, las capas de negatividad se enfrían y se endurecen alrededor de nuestros corazones.  Así es como el amor por Dios y por los demás se enfría. 

  

Entonces, ¿cómo nos mantenemos positivos en un mundo negativo? Permítanme comenzar usando este versículo de Josué 1:9: 

  

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. 

  

Aquí, el Señor le estaba hablando a Josué, quien estaba tomando el lugar de Moisés, un acto difícil de seguir. Le dijo a Josué que fuera fuerte y valiente y que no tuviera miedo ni desmayara. Estas son fuerzas opuestas. Si tienes miedo y estás consternado, entonces no eres fuerte y valiente. Se contrarrestan una a la otra. Entonces, tienes que hacer dos cosas y resistir dos cosas. 

  

La palabra desmayar significa "llenar de temor o aprensión; amedrentar" (American Heritage Dictionary). ¿Has luchado contra la aprensión ("anticipar con ansiedad") sobre el futuro? ¿Te han parecido desalentadores (“intimidantes o desalentadores”) los problemas a los que te enfrentas tú o tu nación? Si es así, has estado consternado. 

  

El Señor no hace estas cosas automáticamente por ti, Él fluye por medio de ti. Si te desanimas o consternas, detienes el proceso. Dice en Efesios 3:20: 

  

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”. 

  

La palabra "según" significa en proporción o al grado del poder que está obrando en ti. Dios fluye por medio de las personas. Si te desanimas, detienes el fluir del poder de Dios. 

  

Aquí hay otro ejemplo. En 1 Samuel, leemos la historia de una situación terrible que David estaba enfrentando. Su suegro, Saúl, estaba tratando de matarlo. Llevaba trece años huyendo cada día para salvar su vida. Sus posesiones habían sido quemadas, sus esposas y todas las esposas e hijos de sus hombres habían sido capturados, y sus propios hombres querían apedrearlo. ¡No estaba teniendo un buen día! Sin embargo, dice en 1 Samuel 30:6: 

  

“Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios”. 

  

Las cosas parecían sombrías. David estaba en una situación donde todo en lo natural decía "Desanímate y desmáyate", pero David se animó en el Señor. ¿Sabes cómo lo hizo? Tomó la Palabra y comenzó a animarse a sí mismo, y fue solo cuestión de horas hasta que todo lo que Dios le había prometido se cumplió y se convirtió en rey. Si se hubiera rendido en el último minuto, habría perdido. 

  

Hoy veo a mucha gente que se mantiene firme durante un tiempo y luego se rinde. Es como si tuvieran el tiempo que van a creerle a Dios cronometrado. Podrías pensar: “Bueno, ¿cuánto tiempo se supone que debo mantenerme firme creyendo?”. La respuesta es simple. Te mantienes firme creyendo en la Palabra de Dios y sus promesas hasta que te animes y funcione. ¡No te rindas! 

  

Pedro es un buen ejemplo de lo que sucede cuando quitamos los ojos de Jesús y de su Palabra. Mateo 14:28-30 dice: 

  

“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”. 

  

En cuanto Pedro apartó los ojos de Jesús y miró la tormenta, empezó a hundirse. Piensa en esto: no podría haber caminado sobre las aguas si el mar hubiera estado en calma. Todo lo que realmente sucedió fue que su enfoque cambió. En vez de enfocarse en la promesa de Jesús, él dijo “ven”, pero Pedro se enfocó en las circunstancias, y por eso comenzó a hundirse. 

 

Si puedes mantener tu enfoque en Jesús y su Palabra en medio de una tormenta, puedes caminar sobre el agua de las circunstancias. Cuando el médico te diga que tienes cáncer, tu jefe te diga que te van a despedir, o tu cónyuge te diga que te dejará, puedes seguir siendo positivo. Requerirá un esfuerzo deliberado, pero es absolutamente crucial. 

  

Necesitas reconocer que Satanás está usando las cosas malas y negativas de este mundo para desanimarte, aunque no sean tus problemas personales. Puedes desanimarte viendo política, leyendo el periódico, y escuchando las noticias. Si no resistes esto, te causará desánimo y desaliento; y lo peor de todo: tu amor por Dios se enfriará (Mt. 24:12). 

  

La Biblia dice en Isaías 26:3 que el Señor “guardará en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Él persevera" porque confía en Él. Nuestra paz está directamente relacionada con lo que pensamos. Estamos conectados a este mundo como ningún grupo de cristianos lo ha estado jamás, leyendo, escuchando y viendo la misma impiedad que el mundo y luego preguntándonos por qué obtenemos los mismos resultados. Es simple: entra basura, sale basura. 

  

A menos que tengas un plan deliberado para animarte en el Señor, no serás animado. No es normal estar animado; es normal estar desanimado. Es anormal mantenerse firme y con buen ánimo, pero ciertamente es posible. La Palabra de Dios te dirá exactamente cómo hacerlo. 

  

Y, gloria a Dios, quiero ser parte de alentarte y ayudarte a ser fuerte y valiente. Obtén hoy mismo mi serie de enseñanzas Cómo mantenerse positivo en un mundo negativo. Si alguna vez hubo un momento en que se necesitara ánimo, ¡es ahora! 

Este artículo es gratuito gracias a la generosidad de nuestros asociados. Si quieres alcanzar a Latinoamérica a través de tu generosidad ¡Únete a nuestra comunidad de asociados hoy mismo!

Anterior
Anterior

El Temor del Señor 

Siguiente
Siguiente

Cómo Mantenerse Lleno de Dios