Cómo aliviar una carga

Lucas 19:23

¿Por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?

Lucas 19:23

La Ley de Moisés intentaba proteger tanto al prestatario como al prestamista. En Israel, pedir prestado y prestar no era para grandes empresas comerciales, sino para ayudar a los pobres y necesitados que carecían de las necesidades cotidianas. Era un acto de amor en el que el prestamista ‘aliviaba una carga’ ayudando a su compatriota israelita a superar una crisis. Sin embargo, tenían prohibido cobrar intereses. La palabra griega para “interés” (traducido también como “usura”) significa principalmente “una crianza, nacimiento o descendencia”. Se usa metafóricamente para el beneficio que recibe un prestamista. Hoy lo llamaríamos cobrar intereses por un préstamo.

Aunque Jesús nunca condenó el interés directamente, en general fue duro con la actitud impropia hacia las riquezas y la opresión de los pobres. Ganar dinero a costa de las dificultades de otra persona nunca ha sido una forma piadosa de hacer negocios, y Deuteronomio 23:19-20 deja claro que nunca debían cobrarse intereses a un compatriota israelita. Hoy en día, equivaldría a no prestar dinero con intereses entre cristianos. Pedir dinero prestado no está condenado en las Escrituras a menos que estés interpretando que Romanos 13:8 habla de pedir prestado: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros”.

Las escrituras dejan claro que pedir prestado no es lo mejor de Dios para nosotros. Deuteronomio 28:12 menciona el no tener que pedir prestado como una bendición, mientras que Deuteronomio 28:44 menciona el pedir prestado como parte de la maldición de la ley. Puedes decidir qué hacer simplemente dejándote guiar por el Espíritu. Si Él te dirige a prestar para aliviar la carga de otra persona, entonces hazlo. Si Él te guía a pedir prestado y pagar el préstamo después, puedes hacerlo con confianza sabiendo que Él es tu fuente de toda felicidad y provisión.

Este devocional es traducido al español gracias a la generosidad de nuestros asociados. Si quieres alcanzar a Latinoamérica a través de tu generosidad ¡Únete a nuestra comunidad de asociados hoy mismo!

 

Anterior
Anterior

¿Qué tan valioso es Jesús para ti?

Siguiente
Siguiente

Sé fiel en lo poco