¡Desátenlo y déjenlo ir!
Juan 11:44
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
Juan 11:44
Simbólicamente, Lázaro es como muchos cristianos. La Biblia nos describe pasando de muerte a nueva vida cuando nacemos de nuevo, pero aún traemos puesta nuestra ‘ropa de tumba’ (malos hábitos, actitudes negativas e ideas equivocadas) de nuestra antigua vida, por lo que necesitamos ser “desatados” de ellas para poder disfrutar plenamente de nuestra nueva vida en Cristo. La manera de ser libres es cambiando nuestra manera de pensar.
Nuestras emociones, actitudes y acciones siguen lo que pensamos. Cuando enfocamos nuestra atención en nuestros problemas, estos se magnifican; cuando pensamos en la provisión de Dios para nuestros problemas, la respuesta se magnifica. Lo que pensamos nos va a dominar. Nos mantendremos atados por pensamientos negativos o podemos ser libres por pensamientos piadosos. Si pensamos en cosas deprimentes, estaremos deprimidos. Si pensamos en cosas edificantes, seremos edificados. Si pensamos en enfermedades, estaremos enfermos. Si pensamos que por Sus heridas hemos sido sanados, seremos sanados.
El contentamiento divino no depende de las circunstancias, pero eso es lo que el mundo cree. Ellos piensan que el contentamiento vendrá cuando su situación ‘se arregle’. Por eso muchos están deprimidos, porque no creen que puedan mantener emociones positivas de paz y gozo en medio de cualquier circunstancia negativa. Pero la Biblia nos dice que las emociones siguen la dirección de nuestra manera de pensar, y podemos ser desatados de nuestra vieja ropa de tumba escogiendo pensar en todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, etc. (Fil 4:8). Estamos diseñados para responder emocionalmente a lo que pensamos.
Tú puedes cambiar tu día simplemente al enfocar tu atención en las bendiciones y verdades de Dios, que son eternas, en lugar de enfocarte en las circunstancias del mundo físico que pasará, y no durará.
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