Dios responde a las oraciones
Lucas 18:1-8
Diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Lucas 18:2
En la historia de Jesús sobre la viuda y el juez injusto, Él no dijo que nuestro Padre es injusto, ni nos dijo que molestáramos a Dios hasta que lo cansáramos y Él concediera nuestras peticiones solo para deshacerse de nosotros. Jesús simplemente estaba contrastando la voluntad de Dios de responder a nuestras oraciones con la falta de voluntad del juez injusto de conceder la petición de esta mujer.
No solo tenemos a un Dios que es un juez justo y que vengará a Sus elegidos rápidamente, sino que también tenemos a Jesús como nuestro abogado. Él siempre intercede por nosotros. Nuestro adversario, el diablo, está constantemente acusándonos y tergiversando la perspectiva que tenemos de Dios, el juez. Esto puede causar que nos demos por vencidos y que ni siquiera llevemos nuestro caso a Dios porque dudamos que Él nos responda.
Enseñar que debemos molestar a Dios hasta que haga lo que queremos que haga por nosotros no es buena teología. Jesús declaró que nuestro Padre no es un juez injusto al que tenemos que presionar para que nos haga justicia. Satanás nos ha engañado haciéndonos creer que Dios está indispuesto a responder nuestras oraciones, y Jesús contrarrestó ese engaño con esta parábola. Nos animó a orar y pedirle a Dios sabiendo que Él nos ama, desea bendecirnos, y conceder nuestras peticiones.
Las acciones de esta viuda fueron loables. Sabía lo que le correspondía y se negó a aceptar un no por respuesta. Si puedes tener esa confianza y determinación cuando tratas con personas injustas, puedes tener mucha más confianza cuando tratas con tu Padre, quien es fiel. Puedes confiar en que Él siempre te ayudará.
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