El camino

Juan 14:5-6

Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

Juan 14:5

Tomás conocía a Jesús; pero no sabía que Jesús era “el camino”. Cuando le hizo esta pregunta, Jesús no dijo: “Yo soy un camino, una verdad y una vida que os conducirán al Padre que está en los cielos”. Más bien, Él afirmó ser el único camino, la única verdad y la única vida. Dijo: “Nadie viene al Padre, sino por mí” (v. 6). Esto significa que cualquiera que afirme honrar a Jesús mientras aboga por otras maneras de llegar a Dios, de conocer la verdad o de tener vida eterna aparte de Jesús, se encuentra engañado, y está engañando a otros.

Las afirmaciones de Jesús acerca de sí mismo no dejan lugar para ningún otro medio de salvación. Él es quien dice ser o es el mayor engañador de todos los tiempos. Sus declaraciones sobre sí mismo no dejan otra alternativa. Por lo tanto, otras religiones que reconocen a Jesús y Sus enseñanzas como ejemplos maravillosos, pero no creen que Él sea el único camino para alcanzar la salvación, son falsas.

Jesús dijo que Él es la verdad, y Juan reveló que Él es la Palabra Viviente ( Jn. 1:1,14). La gente hoy en día puede conocer porciones de la Biblia, pero no se dan cuenta de que las palabras escritas en ese libro son el camino a la victoria en cada área de sus vidas. Clamarán a Dios para que les hable mientras su Biblia yace sin abrir en su librero, o como decoración en la vitrina. Si tan solo la abrieran, la leyeran y recibieran la Palabra en sus corazones, sabrían que Jesús es el camino, la verdad y la vida.

La Palabra de Dios es un libro espiritual escrito por hombres bajo la dirección del Espíritu Santo. No fue escrita para nuestro intelecto, sino para impactar lo más íntimo de nuestros corazones. Por eso a algunas personas les cuesta tanto entender la Biblia. Intentan comprenderla mentalmente. La Palabra de Dios tiene que inspirar nuestros corazones antes de que pueda iluminar nuestras mentes.

Hoy abre tu Biblia y léela como si el Señor estuviera hablando a lo más profundo de ti, porque definitivamente Él está listo para hablarte.

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