Jesús en la carne

Juan 14:28

Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.

Juan 14:28

Jesús declaró Su divinidad y Su unión con el Padre tan claramente que fue acusado de blasfemia más de una vez. En este versículo dijo que el Padre era mayor que Él. ¿Cómo es que esta declaración no contradice Sus otras afirmaciones?

Una clave para entender esta afirmación se encuentra en Filipenses 2:6-8, donde Pablo dice que Jesús no consideró ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, lo que se refiere a Su humanidad.

Jesús era igual a Dios en Su naturaleza divina, pero se hizo inferior al Padre en Su humanidad. Jesús no perdió nada de Su deidad cuando se hizo hombre, pero se vistió de carne y tuvo que someterse a Sus limitaciones. En este sentido, el Padre era mayor que Jesús. Jesús era el Dios preexistente que eligió hacerse hombre para poder redimirnos con Su propio sacrificio de sangre. Cuando se hizo hombre, seguía siendo 100% Dios en Su espíritu, pero Su cuerpo físico era 100% humano. Su cuerpo estaba libre de pecado, pero seguía siendo carne y estaba sujeto a las cosas naturales que todos experimentamos. El Jesús físico tuvo que crecer en sabiduría y en estatura tal como nosotros lo hacemos en el sentido natural.

Cuando Jesús nació, no conocía todas las cosas. por Su mente física. Tuvo que aprender a hablar, a caminar, a comer, etcétera. Tuvo que aprender que Él era Dios en la carne y aceptarlo por fe. Su mente física, Su intelecto, creció en la conciencia de quién era Él por la fe, de la misma manera que nosotros lo hacemos cuando creemos quiénes somos en Él.

La comprensión mental de Jesús sobre Su deidad fue algo que aprendió y aceptó por fe. Tuvo que tomar conciencia de Su verdadera identidad a través de la revelación y el conocimiento. Hoy tú debes hacer lo mismo. ¿No es agradable saber que sirves a un Señor que ha pasado por todo lo que tú estás pasando?

 Este devocional es traducido al español gracias a la generosidad de nuestros asociados. Si quieres alcanzar a Latinoamérica a través de tu generosidad ¡Únete a nuestra comunidad de asociados hoy mismo!

Anterior
Anterior

Permite que Dios te pode a Su manera

Siguiente
Siguiente

Dios es tu consuelo