Jesús te liberó
Lucas 23:18
Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con este, y suéltanos a Barrabás!
Lucas 23:18
Lo que sucedió con Barrabás es una imagen de lo que ocurre cuando nacemos de nuevo. Barrabás era culpable, Jesús era inocente. Jesús sufrió la muerte que Barrabás merecía, y Barrabás quedó libre. Del mismo modo, nosotros éramos culpables (Ro. 3:23) y condenados a muerte (Ro. 6:23); pero Jesús sufrió nuestro castigo para que pudiéramos ser libres (2 Co. 5:21). Así como Barrabás no pidió esta sustitución, de la misma manera “Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Ro. 5:8).
La muerte de Jesús liberó a Barrabás, pero él tuvo que elegir si aceptaba esta nueva libertad o continuaba con sus viejas costumbres egoístas y caía de nuevo bajo el juicio de Roma. De la misma manera, todos hemos sido liberados por medio de la muerte sustitutiva de Jesús, pero tenemos que elegir si aceptamos nuestra libertad poniendo nuestra fe en Él y rindiéndole nuestra vida.
Como cristianos, necesitamos desarrollar una conciencia continua de que nuestras vidas no nos pertenecen. No tenemos la libertad de hacer lo que nos plazca; tenemos la libertad de amar, servir y adorar a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor. Debemos presentar nuestros cuerpos como sacrificios vivos a Dios, reconociendo que este es nuestro deber razonable (nuestro culto racional) para con aquel que entregó Su vida por nosotros (Ro. 12:1).
El señorío de Jesús debe ser el factor determinante en cada decisión de tu vida (Ro. 14:7-10). Cada pensamiento, palabra y obra debe pasar la siguiente prueba: “¿Es esto lo que Jesús quiere?”. ¡Esta es la clave para tener un gran día!
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