La Esperanza de Su Llamado

Efesios 1:15-23

“Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.”

Efesios 1:18

Pablo oró para que conociéramos la esperanza de su llamado. Estamos cumpliendo el llamado de Jesús y no el nuestro. Una gran paz, esperanza y fe son el resultado de saber que estamos cumpliendo su llamado y no simplemente cumpliendo metas propias o sueños propios. Lo descubrí en 1969, cuando un reclutador del Ejército vino a mi casa para mostrarme todas las ventajas de enlistarme como voluntario en lugar de ser reclutado.

Le dije al reclutador que podía ahorrarle mucho tiempo si me escuchaba. Le expliqué que la razón de ser un 1-A era porque abandoné mis estudios. Estuvo de acuerdo. Luego le conté que el Señor me había ordenado específicamente que dejara la universidad y que estaba en sus manos. Si Dios quería que yo fuera reclutado, lo sería; y si Él no quería, no lo sería.

El reclutador se echó a reír y me dijo: “¡Chico, puedo garantizarte que serás reclutado!”. Eso me enfadó mucho. Le dije que si la voluntad de Dios era que me quedara en casa, ni él, ni el gobierno de los Estados Unidos, ni todos los demonios del infierno podrían reclutarme. Pensó que estaba loco. Al día siguiente recibí por correo un aviso de reclutamiento.

Sin embargo, cuando fui a Vietnam, sabía en mi corazón que estaba allí por obediencia al Señor. Era su llamado, y no el mío. Esto me dio una confianza y una esperanza que otros no tenían. Sabía que el Señor era responsable de mi seguridad y de mi vida.

Vive hoy tu vida en la esperanza de su llamado, y tendrás la paz perfecta, que dondequiera que su llamado te lleve, estarás a salvo y seguro en sus manos todopoderosas y amorosas.

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