La esperanza produce gozo
Romanos 12:9-15
Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.
Romanos 12:12
La esperanza nos hace alegrarnos, pero 1 Pedro 1:8 dice: “Creyendo, (…) os alegráis con gozo inefable y glorioso”. ¿Qué es lo que nos hace regocijar: la fe o la esperanza? La respuesta es: ambas. La esperanza es fe en tiempo futuro. La esperanza es creerle a Dios por algo que no se manifiesta en el momento. La fe es creer que Dios traerá algo a la manifestación ahora (He. 11:1), pero la esperanza es la fe que ve un cumplimiento futuro. Si realmente creemos que Dios proveerá lo que esperamos, nos regocijaremos.
Si yo te prometiera que dentro de un año depositaré un millón de dólares en tu cuenta bancaria, y tú lo creyeras, te regocijarías en esa esperanza. De la misma manera, si realmente crees en las promesas que Dios te da, te regocijarás en esa esperanza. Los que no se regocijan no creen en lo que esperan.
La alegría expectante es un signo de esperanza. Así como puedes distinguir el oro verdadero de otros metales parecidos por sus características, puedes distinguir la esperanza verdadera por su regocijo. Si no hay regocijo, tampoco hay verdadera esperanza.
Nuestras emociones son como la cola de un perro. La cola no es el perro en sí, pero puedes saber lo que pasa dentro de un perro observando su cola. Puedes aprender mucho acerca de ti mismo revisando tus emociones. ¿Te estás regocijando? Si tienes verdadera esperanza bíblica hoy, ¡estarás gozoso!
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