La Palabra de Dios te da esperanza
Romanos 15:1-4
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
Romanos 15:4
La gente busca esperanza en muchos lugares diferentes. Algunos consultan horóscopos o adivinos, mientras que otros recurren a sus cónyuges, amigos u organismos gubernamentales. Este versículo deja claro que nuestra esperanza procede de las Escrituras. Por supuesto, Dios es el Dios de toda esperanza (Ro. 15:13), pero Su manera de impartírnosla es por medio de Su Palabra.
Muchas personas eligen aprender todo de la manera más difícil. No quieren creer la Palabra de Dios hasta que hayan experimentado personalmente la victoria, ¡pero si no creen en Su Palabra no experimentarán la victoria! Según los estándares bíblicos, esta actitud es lo que llamamos necedad. Entonces, ¿cuál es la solución?
Cualquier problema que enfrentamos, y problemas aún peores, ya han sido enfrentados por alguien en la Biblia. Las Escrituras registran gráficamente la lucha y la victoria de aquellos que confiaron en Dios. Esto nos da esperanza. Si Dios realmente no hace acepción de personas (Ro. 2:11), entonces hará por nosotros lo que también ha hecho por otros. Podemos ‘vivir indirectamente’ las experiencias de la vida a través de las vidas de los personajes bíblicos y tener esperanza para cualquier situación que se nos presente.
No tienes que esperar hasta estar en una crisis y bajo presión para obtener esperanza. A través de las páginas de las Escrituras puedes decir: “ya estuve allí, conozco esto”; así es como recibes la esperanza y la fe necesarias para vencer. No tienes que ‘probar’ a Dios cada vez que llegan los problemas. Él y Su Palabra ya han sido probados y comprobados innumerables veces por los santos a través de los siglos. Aprovecha sus experiencias hoy mismo. Es mucho mejor aprender de los errores ajenos.
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