Nadie Tiene Excusa
Romanos 1:18-20
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Romanos 1:20
Cuando estaba en Vietnam pasaba a menudo por delante de un antiguo templo que siempre me llamaba la atención. La selva empezaba a invadirlo y los árboles crecían entre los ladrillos de la parte superior y los laterales de la estructura. Lo que me intrigaba era que este templo estaba formado por tres edificios separados, que a la vez eran uno solo. Cada edificio tenía unos tres pisos de altura y estaban separados por apenas unos centímetros.
Pregunté y descubrí que ese templo era para una deidad que se manifestaba en tres personalidades. ¡Increíble! Y este templo era casi quinientos años anterior a la introducción del cristianismo en Vietnam. Este templo era una vívida ilustración de la escritura anterior.
El Señor puso un conocimiento intuitivo de sí mismo dentro de cada persona que ha caminado sobre la tierra. Su Divinidad es conocida por toda su creación. Eso es lo que reflejaba este templo. En los siguientes versículos de Romanos 1, Pablo habla de cómo la humanidad pervirtió este conocimiento y entró en la idolatría y otras perversiones. No estoy diciendo que estas personas estuvieran adorando al único Dios verdadero que conocemos, pero sí verifica que tenían un núcleo de verdad que sólo podía provenir de Él.
La Biblia dice que los que nunca han oído una presentación clara del Evangelio de Jesucristo no están libres de culpa. Aunque no tendrán que rendir cuentas por lo que no saben, llevan incorporado un buscador de Dios y tendrán que dar cuenta de lo que hicieron con ese conocimiento. Cuando ministres a otros hoy, recuerda que Dios ya les ha mostrado la verdad en sus corazones.
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