¡Ocúpate de tus propios asuntos!

Juan 21:18-24

Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.

Juan 21:22

En el versículo 18, Jesús le dijo a Pedro que lo glorificaría en su muerte como mártir. Es imposible saber el efecto exacto que esto tuvo en Pedro. Sin duda, fue profundo. Pero una cosa es obvia: hizo que Pedro se preguntara qué pasaría con Juan.

Uno de los grandes errores que cometemos a menudo es examinar lo que Dios nos ha llamado a hacer a la luz de lo que otros están llamados a hacer. Esto no es sabio. Jesús le dijo sabiamente a Pedro que se ocupara de sus propios asuntos. Lo que le sucediera a Juan no debería afectar a Pedro. La tradición de la iglesia primitiva dice que Juan fue hervido en aceite, pero milagrosamente no murió. Luego fue desterrado a la isla de Patmos donde escribió el libro del Apocalipsis y finalmente murió de muerte natural. ¿Cómo habría afectado a Pedro este conocimiento? ¿Le habría amargado? ¿Habría pensado que era injusto para él morir como un mártir, mientras que Juan escapó de la misma muerte? Nunca lo sabremos.

Compararnos con los demás no es inteligente (2 Co. 10:12). Como el agua, tendemos a fluir hacia ‘tierra baja’, naturalmente es lo más sencillo, buscar el nivel menos elevado y dejarnos llevar por la corriente. Compararnos con otros a menudo nos hace comprometer lo mejor de Dios para nosotros o sentirnos condenados porque no hemos alcanzado la “estatura” de otro. ¡No necesitamos esas comparaciones! Lo que necesitamos hacer es mantener nuestros ojos en el Señor y cumplir Su voluntad para nuestras vidas.

Tu vida no debe ser una carrera contra los demás, sino una carrera para ser más y más como Jesús cada día. La verdadera felicidad y sentido de realización se encuentran al enfocarse en lo que Él te ha llamado a hacer y hacerlo con todo tu corazón.

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