¿Quién Es Tu Prójimo?
Lucas 10:29-37
“Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?”
Lucas 10:29
Esta pregunta: “¿Quién es mi prójimo?” puede ser usada por Satanás para engañarnos de más de una manera. No solo puede engañarnos haciéndonos pensar que amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos cuando no es así, sino que también tratará de condenarnos haciéndonos pensar que no estamos haciendo lo suficiente para amar y ministrar a nuestro prójimo por medio de Jesucristo.
No podemos satisfacer las necesidades de cada persona en el mundo. Jesús no enseñó eso ni vivió de esa manera. El hombre herido en la historia de Lucas estaba directamente en el camino de tres hombres. El sacerdote y el levita tuvieron que rodearlo. Jesús simplemente estaba enseñando que debemos aprovechar las oportunidades que tenemos. El hecho de que no podamos ayudar a ‘todo el mundo’ no es excusa para no ayudar a nadie.
En esta parábola, Jesús definió al prójimo como cualquier ser humano que se cruza en nuestro camino y necesita nuestra ayuda. El samaritano hizo todo lo que pudo para ayudar al hombre, pero el sacerdote y el levita no hicieron nada. A la luz del odio racial y religioso entre judíos y samaritanos, el hecho de que el sacerdote y el levita ignoraran al hombre herido y el samaritano lo ayudara fue una elección interesante para Jesús. Dejó claro que no podíamos definir al prójimo basándonos en el origen geográfico o la familiaridad.
Según la definición de Jesús, tu prójimo es cualquiera que Dios ponga en tu camino. Recuérdalo y verás a las personas que encuentres hoy de una manera totalmente nueva.
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