¿Recuerdas la palabra de Dios?

Lucas 24:1-9

Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.

Lucas 24:8-9

Las mujeres que llegaron a la tumba de Jesús fueron recibidas por dos ángeles, que les recordaron cómo Jesús había profetizado que resucitaría de entre los muertos al tercer día. No fue hasta que recordaron Sus palabras que dejaron de buscar a un Jesús muerto y empezaron a buscar al Señor vivo. Piensa, dos ángeles anunciando la resurrección de Jesús no convencieron a estas mujeres, pero las palabras de Jesús cambiaron sus expectativas.

Pedro dijo que la Palabra de Dios escrita es una palabra profética, incluso más segura que una voz audible o una manifestación visible del Señor (2 P. 1:16-20). A menudo pensamos que, si ocurriera algo sobrenatural, creeríamos. El ejemplo de las mujeres en el sepulcro y el testimonio de Pedro cuentan una historia diferente.

Lo espectacular llama nuestra atención, pero la fe viene únicamente de la Palabra de Dios (Ro. 10:17). Lo que necesitamos es la Palabra de Dios. Más concretamente, necesitamos tener fe en la Palabra. El Señor nos ha dado promesas sumamente grandes y preciosas (2 P. 1:4), pero nuestra incredulidad todavía hace que algunos de nosotros andemos deprimidos como si Jesús no hubiera salido de la tumba. Nuestra incredulidad niega el poder de Su resurrección en nuestras vidas.

Meditar en la Palabra de Dios hace que tu fe se fortalezca, y que la duda y la incredulidad salgan corriendo por la puerta. En la Palabra ves a un Señor y Dios resucitado que está vivo y es capaz de solucionar cualquier problema que tengas. Hasta que estas mujeres supieron que Jesús estaba vivo, la tristeza llenaba sus corazones. Si la tristeza está llenando tu corazón hoy, es porque has olvidado la victoria que Jesús te dio. Recuerda que Él está vivo y es Señor sobre todas tus circunstancias, esto hará una diferencia tangible.

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