Sobre los milagros
Lucas 23:8
Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal.
Lucas 23:8
Cuando Pilato no pudo encontrar ninguna culpa en Jesús ni crimen de qué acusarlo, lo envió de vuelta al rey judío, Herodes. Herodes se alegró porque hacía tiempo que deseaba ver a Jesús hacer un milagro. Las preguntas que le hizo a Jesús hicieron evidente este deseo, pero Jesús no dijo ni hizo nada en respuesta. Los milagros son una de las maneras en que Dios satisface las necesidades de quienes lo buscan con fe. A veces, Él demostrará Su poder sobrenatural para inspirar fe en las personas (Mr. 2:10-11), pero no realizará un milagro para los escépticos que lo tientan y en lugar de buscarlo a Él solo buscan Su mano milagrosa (Lc. 4:9-12).
Un milagro es una intervención sobrenatural del poder de Dios sobre la ley natural. Las sanidades se producen dentro de los límites de la ley natural, mientras que los milagros no se limitan a la ley natural. Una persona con fiebre alta que recibe oración y luego comienza a recuperarse está experimentando una sanidad. En este caso, el Señor intervino, pero de forma natural. El virus, la infección o lo que sea que fue reprendido, abandonó el cuerpo de la persona (Lc. 4:39) y el proceso natural de sanidad que el Señor incorporó en las personas se hizo cargo del resto. Cuando sucede algo totalmente sobrenatural, como volver a pegar la oreja del guardia y que ésta se recupere al instante (Lc. 22:51), eso es un milagro. También fue una sanidad, pero una sanidad milagrosa.
Alimentar a los cinco mil (Mt. 14:19-20), caminar sobre las aguas (Mt. 14:25), trasladar un barco y a todos los que estaban a bordo al otro lado del mar ( Jn. 6:21); todos estos son milagros; y tú, estando en Cristo, ¡también puedes hacerlos! Hoy tienes la plena autoridad del nombre de Jesús, lo que significa que todo lo que Él hizo tú también lo puedes hacer. Mientras tu corazón esté en el lugar correcto, y desees un milagro para revelar el poder de Jesús a alguien, no deberías dudar en creerle a Dios por uno.
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