Tú tienes el pacto

1 Samuel 17:12-30

Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?

1 Samuel 17:26

Hubo una serie de circunstancias que fueron clave para que David pudiera matar a Goliat. Una de ellas fue su conocimiento y su fe en el pacto de Dios con la nación de Israel. El Señor había dicho que nadie podría enfrentarse a Su pueblo (Dt. 11:25). Goliat era solo un hombre, ¡y un hombre incircunciso! Esto significaba que no tenía un pacto con Dios. David puso toda su fe en las promesas que Dios le había hecho por medio de Su pacto con Israel.

Cada uno de los soldados israelitas tenía ese mismo pacto, pero el pacto no tiene efecto hasta que se cree en él. Hebreos 4:2 dice: “Porque también a nosotros se nos predicó el evangelio, como a ellos; pero la palabra predicada no les aprovechó, por no haber sido mezclada con fe en los que la oyeron". David creyó en la Palabra de Dios y activó el poder del pacto en su vida, por medio de la fe.

El rey Saúl trató de darle a David su armadura para que la usara, pero él no la aceptó (vv. 38-39). Su confianza estaba en el Dios del pacto, no en lo que llevaba puesto. Además, la armadura de Saúl no le estaba sirviendo de nada, porque él mismo estaba escondido con el resto de los soldados. La fe de David descansaba en Dios.

El pacto de Dios contigo es un mejor pacto basado en mejores promesas (He. 8:6). Por medio de la sangre de Jesús estás caminando en la victoria que Él compró para ti. ¡No hay razón para que te acobardes ante tus enemigos! Tienes las promesas del pacto de Dios. Actívalas por fe hoy, y observa como caen tus gigantes.

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