¿Cómo Manifestar tu Sanidad? 

“Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”. 

Marcos 7:27 

Esta fue una declaración fuerte que Jesús le hizo a una mujer que vino a pedirle que sanara a su hija. Jesús le estaba diciendo que ella no tenía derecho a pedirle sanidad, ya que no era judía. Sabiamente, esta mujer se humilló y suplicó misericordia en vez de tratar de exigir sus derechos; porque, para empezar, ella no tenía ningún derecho. Y cuando Jesús tuvo misericordia de ella, regresó a casa y encontró a su hija sana. Es así de sencillo. Ella recibió confiando en Jesús, no en lo que ella merecía. 

Muchos podrían preguntar: Si Dios sana hoy, entonces ¿dónde está? ¿Cómo hago para que se manifieste? Tú crees que él sí puede, pero no sabes cómo verlo suceder. Tal vez has visto a alguien ponerse de pie y no recibir su sanidad. O tal vez te has puesto de pie para recibir sanidad y no la has visto manifestarse. Cualquiera que sea tu situación, el resultado fue que tu fe ha sido sacudida. Bueno, quiero que sepas que Dios te quiere sano. Y quiero compartirte cómo funciona. 

Una de las cosas de las que tienes que estar convencido antes de siquiera abordar esto es que la sanidad está en la expiación de Cristo. Mira lo que dice en 1 Pedro, hablando de Jesús: 

“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. 

1 Pedro 2:24 

 

¡Fíjate cómo dice que por las heridas de Jesús fuiste sanado! ¡Es tuya! ¡Es una de las cosas que Jesús compró para ti a través de Su sacrificio! Y este versículo dice: "Fuisteis sanados" (énfasis añadido) en tiempo pasado. Esta es una declaración tan clara que me pregunto cómo algún cristiano podría no creerlo. Pero he aprendido que muchas personas no dejan que la Biblia se interponga en su teología. Incluso algunos que creen que Dios puede sanar no creen que lo hará o que ya ha sanado. Dicen cosas como: "Bueno, Dios sana, pero no todo el tiempo. A veces no es Su voluntad". Pero es difícil discutir con una afirmación en tiempo pasado como la de 1 Pedro 2:24. 
 

Esto proviene de una profecía en Isaías en Isaías 53, que dice: 

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. 

Isaías 53:5 

 

Algunas personas dicen que esto significa que Jesús sólo recibió azotes para nuestra sanidad espiritual. Bueno, sí sufrió por nuestra salud espiritual, pero veamos cómo se cumplió la profecía, en Mateo 8: 

“Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta (Isaías), cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”

Mateo 8:16-17, paréntesis míos. 

  

¡Esto deja claro que Jesús sufrió por tu sanidad! Te pertenece. 

La sanidad es el pan de Sus hijos. Es tu porción. Es lo que Dios te ha dado. Si eres cristiano, ¡la sanidad te pertenece! Si meditaras lo que esto implica por un tiempo, te ayudaría mucho para que tu sanidad se manifieste rápidamente. Te darías cuenta de que no necesitas estar enfermo. Y esto es cierto. 
 

Mucha gente cree que Dios quiere que estén sanos, pero no entienden cómo funciona. Tengo mucha revelación sobre esto. No lo sé todo. No he llegado ahí, pero he visto milagros impresionantes, incluyendo a mi propio hijo siendo resucitado después de más de cuatro horas de muerto. He dedicado todos los programas de televisión de marzo, e incluso algunos de abril, para compartir estas verdades. También hemos reunido muchas de mis enseñanzas que compartirán específicamente contigo para que puedas recibir la sanidad que Jesús ya ha provisto para ti. 

Lo que quiero hacer con lo que me queda de este artículo es compartir contigo algunos de los testimonios de sanidad que han sucedido a través de este ministerio y de cómo ha operado en la vida de las personas. Estas son personas normales como tú y yo. No pienses que son mejores que tú o más espirituales, no se trata de eso. Se trata de lo que Jesús pagó y no de tu comportamiento. Estas no son fantasías, ni cuentos, ni chismes. Puedes ver y escuchar estos testimonios en mi sitio web, www.awmi.net/extra/healing

 

Desde que Hannah Terradez nació, padecía de una enfermedad rara autoinmune llamada enteropatía eosinofílica, esto provocaba que su cuerpo fuera alérgico a casi todo tipo de alimentos. Su sistema inmune atacaba los alimentos que comía y los rechazaba. No había cura, sólo un método para sobrevivir: una sonda de alimentación. Y a la edad de tres años, ¡todavía usaba ropa de bebé de nueve meses! 

Pero un día, sus padres, Ashley y Carlie, encontraron una de mis enseñanzas y me oyeron decir: "Por sus llagas fuimos sanados". Al terminar la enseñanza, escucharon la noticia casi demasiado buena para ser cierta. Y la esperanza comenzó a surgir en sus corazones. Carlie dijo: "Nunca habíamos escuchado la revelación de las Escrituras tan clara y sencillamente. La Palabra se sembró en nuestros corazones y se hizo más real para nosotros que lo que decían los médicos". Entonces Carlie se dio cuenta de que Hannah había estado orando de la siguiente manera antes de dormir, diciendo: "Querido Jesús, gracias por amarme y por sanarme". Se dieron cuenta de que, en su fe de niña, ella había estado orando una verdad profunda todo el tiempo. ¡Era algo hecho! 

Al día siguiente, buscaron el lugar donde estaba teniendo mis reuniones y trajeron a Hannah para que orara por ella. Les dije que era ‘pan comido’ que Dios la sanara y que lo único que tenían que hacer era estar de acuerdo conmigo en la oración. Tomé autoridad sobre Satanás, diciéndole que se fuera, y ordené al cuerpo de Hannah que dejará de atacar la comida y que se mejorará. Entonces les dije a Ashley y Carlie que necesitaban actuar acorde a lo que creían. Así que le iban a dar una dieta normal, pero una vez más, Hannah se les adelantó diciendo: "¡Quiero ir a McDonald's!". Y eso fue todo para Ashley y Carlie. No encontraron ningún McDonald's, así que la llevaron a Kentucky Fried Chicken ¡donde comió Nuggets de pollo, helado, yogurt, queso, chocolate y jugo por primera vez en su vida! ¡Desde entonces come normalmente! ¡Gloria al Señor! 

¿Cómo sucedió esto? ¡Se apropiaron de esta verdad, por las heridas de Jesús, Hannah había sido sanada, y cuando usó su fe de niña ¡BOOM! ¡Su sanidad se manifestó! Y no solo sucedió porque yo oré. Sino porque tuvieron que mantenerse firmes en su posición por sí mismos cuando los síntomas trataron de regresar. 

 

Permítanme compartir con ustedes un testimonio más. Este es sobre Mike Hoesch. (click aquí para ver el testimonio completo) En el año 2000, comenzó con una comezón en el pecho que persistía, y cuando examinó el área, y notó una llaga del tamaño de un grano. La ignoró, pero la comezón continuaba. 

Pasaron los meses y la llaga no había desaparecido; sino que empeoró. Aunque creía en la sanidad, tenía veinte años en un ministerio que se enfocaba en una doctrina basada en el comportamiento. Así que, aunque sabía que la sanidad estaba disponible, creía que estaba condicionada a su comportamiento. El sufrimiento continuó y la llaga siguió creciendo. 

Después de probar remedios herbolarios, que no funcionaron, fue a ver a un médico, pensando que no era un gran problema. Pero cuando supo que se trataba de una neoplasia maligna, un tumor cutáneo canceroso, ¡se llenó de pánico! Debido al miedo no quiso hacer nada y esto llevo a Mike a cancelar su cita con el cirujano.   

Con el pasar de los años, el tumor se convirtió en un tumor grande y molesto que requería limpieza y vendaje varias veces al día. El tumor le fue quitando la vida poco a poco y, debilitado, se vio obligado a dejar su trabajo. 

Mike propuso en su corazón buscar al Señor y pasar tiempo en Su Palabra. Aunque sus intenciones eran buenas, el luchó cuando comenzó a ver cosas en la Palabra contrarias a lo que se le había enseñado durante veinte años. Aún confundido, comenzó a confesar las Escrituras que mencionaban la sanidad, no por entendimiento, sino por el deseo de recibir su sanidad. 

Un día, mientras luchaba con la fe y sus creencias, un amigo le trajo mi enseñanza ¡Ya lo tienes! Cuando comenzó a escucharla, el Señor confirmó cosas que le había estado mostrando a Mike en la Palabra. El comenzó a regocijarse: "Me bendijo tanto cuando escuché a Andrew compartir estas cosas. Fue como, sí, sí, ¡ya lo tengo! Estaba esperando que el Señor interviniera de nuevo en mi favor, pero ya lo había hecho en Cristo. Todo lo que tenía, cada enfermedad, dolencia o pecado que había cometido o iba a cometer... ¡Cristo lo llevó!". Con su fe fortalecida, Mike dejó completamente de lado su tumor, y cambio su enfoque a Jesús, para recibir lo que Él había provisto. 

Un mes después de esto, su esposa notó que el tumor había disminuido de tamaño. En el pasado, esto habría hecho que Mike se regocijara, pero debido a su nueva firmeza en la Palabra, su reacción fue de tranquila expectación. Se había dado cuenta de que el cáncer tenía que irse debido a lo que Jesús ya había hecho por él, y unos cinco meses después, su pecho estaba limpio. 

Estos son sólo dos ejemplos de cómo funciona. Puede que estés en una situación diferente, pero estas mismas verdades funcionarán para ti también. Recuerda, la sanidad es tu pan, te pertenece. Una vez que establezcas esto en tu vida, tu fe como de niño se reavivará en lo que Dios ya ha hecho. Después necesitas ejercer tu autoridad sobre el diablo y caminar en lo que crees. 

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