Bájate de tu barca

Es cierto que nosotros mismos provocamos algunas tormentas. Jonás lo demostró (Jonás 1-3). Jonás huyó de Dios, y se encontró con una tormenta mientras estaba en un barco, fue arrojado por la borda y terminó en el vientre de un pez. Pero los discípulos estaban justo en el centro de la voluntad de Dios cuando esta tormenta golpeó en Mateo 14. Digo todo esto para mostrarte que las circunstancias no nos ayudan para saber si estás en la voluntad de Dios. Necesitas una palabra de Dios. Necesitas un testimonio interno del Espíritu Santo de que lo que estás haciendo es lo que Dios te dijo que hicieras. Si no tienes eso, te impedirá ver Su poder manifestarse en tu vida. Cuando los problemas vengan, te sentirás condenado y pensaras, yo lo busque, y me lo merezco. Así que, en primer lugar, necesitas saber que estás haciendo lo que Dios te dijo que hicieras. 

La mayoría de los discípulos eran pescadores experimentados. Personalmente creo que la razón por la que Jesús tuvo que obligarlos a subir a la barca fue porque sabían que las condiciones eran propicias para una tormenta, y no querían estar en medio de eso. Pero si hubieran pensado en el hecho de que Jesús acababa de alimentar a 5.000 personas, sin incluir mujeres y niños (Mateo 14:15-21), entonces habrían esperado un milagro, porque estaban allí por indicación de Jesús. No era su sabiduría. Nunca lo habrían hecho si dependiera de ellos. ¡Pero en el centro de la voluntad de Dios es donde los milagros ocurren! 

Jesús estaba al tanto de su situación y era responsable de que estuvieran allí. Puede que ahora mismo te encuentres en una situación en la que te estás enfrentando a una crisis financiera, física, emocional o en tus relaciones. Tal vez todo se ve complicado. Si estás allí por tu propia rebelión y desobediencia a Dios, entonces necesitas hacer lo que Jonás hizo en el vientre del pez: arrepentirte (Jon. 2:1-9). Tienes que decir en tu corazón: "Dios, perdóname. Sé que me rebelé hacia Ti, pero ahora mismo hago un cambio para seguirte de nuevo". Deja la rebelión y vuelve a someterte a Dios. Él te ama y quiere liberarte. 

Entonces, ¿eres un Pedro o un Jonás? Si estás en medio de una tormenta y sabes que estás allí porque has estado siguiendo a Dios, entonces necesitas reconocer que el Señor es responsable de ti. Donde Él te guía, también te provee. Ese es un principio de Dios. Así como Jesús estaba al tanto de la difícil situación de sus discípulos, Él está al tanto de tu situación. 

Dios está en medio de la tormenta contigo, y no está solamente observando. Él se preocupa por ti más de lo que puedas imaginar. Su poder está presente para liberarte. En lugar de esperar la derrota, en lugar de pensar en la tragedia, necesitas esperar un milagro de Dios. Tienes que alejarte de hacer todo en lo natural y solo depender de Dios como tu único recurso. Dios debe ser tu primer recurso. De esto se trata mi serie titulada: Cómo Caminar sobre el Agua. Dios tiene milagros que quiere manifestar en tu vida. La historia de Pedro caminando sobre el agua está llena de verdades. Camina sobre tus problemas en vez de ser ahogados por ellos. 

Otra verdad muy poderosa que es esencial para lo milagroso es que tienes que estar dispuesto a salir de la barca antes de caminar sobre el agua. La mayoría de los discípulos se aferraban a la pobre esperanza que les daba la barca. Estaban en medio de una tormenta terrible, así que es probable que la barca se llenara de agua como la vez pasada (Marcos 4:37). Era una locura salir de la barca, pero eso fue lo que Dios le dijo a Pedro que hiciera. Tuvo que ir más allá de su propia capacidad y confiar en que Dios evitaría que se hundiera. 

De la misma manera, muchos de nosotros tenemos miedo de alejarnos del mundo y seguir la palabra que Dios nos ha dado. Queremos ver lo milagroso, pero no queremos dejar la ‘seguridad’ que nos ofrece el mundo. Pero al igual que este barco, el mundo está en crisis. Sin el Señor, se va a hundir. ¿Por qué tenemos tanto miedo de dejar lo mundano y confiar en Dios para un milagro? Pedro estaba dispuesto a arriesgarlo todo. 

Mientras puedas vivir sin el poder milagroso de Dios, lo harás. Pero debe haber algo en ti que esté harto de esto. Dios nos creó a cada uno de nosotros para la grandeza, pero no la grandeza según la definición del mundo; el Señor quiere liberar Su poder milagroso en ti. Él quiere que tu vida sea mucho mejor que tu más grande sueño. 

Hay razones por las que algunas personas ven milagros y otras no. No es el destino o la suerte. No es como un relámpago, que nunca sabes cuándo caerá. Dios no hace acepción de personas; hay principios que hay que seguir para ver Su poder manifestarse. Si no entiendes esto, es una de las razones por las que tienes problemas. Pero también puedes ver el poder milagroso de Dios. 

El momento en el que Pedro caminó sobre el agua ilustra perfectamente muchas de las verdades que son esenciales para caminar en lo milagroso. Esto se registra en Mateo 14:22-29.  

“En seguida Jesús obligó a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. [23] Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. [24] Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. [25] Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. [26] Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. [27] Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, ¡no temáis! [28] Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. [29] Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús”. 

Mira en el versículo 22 el Señor tuvo que obligar a Sus discípulos para que subieran a la barca. La palabra "obligar" significa apresurar o urgir. En otras palabras, los discípulos se resistieron a hacer lo que Jesús les dijo. Pero, siguieron adelante y se sometieron a Él. Hicieron exactamente lo que Jesús les dijo que hicieran. Esta es una de las condiciones esenciales para recibir un milagro de Dios. Sin embargo, mire lo que dice el versículo 24: 

“Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario”. 

Algunas personas tienen esta creencia errónea de que, si realmente están siguiendo a Dios, entonces todo debería salir bien. Así es como muchas personas disciernen si están en la voluntad de Dios. Miran sus circunstancias, y si todo es perfecto, entonces debe ser Dios. Pero pensar que has fallado a Dios solo porque tienes un problema es absolutamente incorrecto. Esta situación lo demuestra. Ellos estaban haciendo exactamente lo que el Señor les dijo que hicieran. 

Si fueras arrestado por ser cristiano, ¿habría suficiente evidencia para condenarte? Tristemente la vida de la mayoría de los cristianos no muestra una gran diferencia cuando se comparan con una persona no salva. Esto no debería ser así. ¡BAJATE DE LA BARCA! 

El deseo de Dios es que la humanidad viva en Él. Como dice Hechos 17:28: "porque en Él vivimos, nos movemos y existimos". Él es absolutamente sobrenatural. Él no está limitado por las cosas que ves y experimentas en este mundo físico. La vida cristiana consiste en depender de la habilidad y poder de Dios. Permíteme ponerlo de esta manera: Si no estas caminando en el poder sobrenatural y milagroso de Dios, estas viviendo por debajo de tus privilegios, en una vida inferior. Esto puede parecer fuerte, pero es verdad. Si tu vida no es sobrenatural, entonces es superficial. Creo que esto es así. 

Alguien podría decir: "Pero Pedro comenzó a hundirse". Es verdad. Pero Pedro también caminó sobre el agua. Eso es algo que nadie más hizo excepto Jesús y quedó registrado en las Escrituras. Cuando Pedro comenzó a hundirse, el Señor estuvo allí para levantarlo. No se ahogó, y tú tampoco lo harás si sales de lo natural y comienzas a caminar en lo sobrenatural. 

Puede que pienses: Verás, no necesito un milagro de ese tipo. No necesito caminar sobre el agua. ¿Qué tiene que ver esto con mi situación? Claro, no estoy diciendo que Dios quiere que camines físicamente sobre el agua. El significado de esto es que aquí hubo una situación donde parecía que los discípulos podían morir y Pedro fue capaz de caminar sobre lo que estaba tratando de matarlo. 

¿Qué está tratando de matarte? ¿Es la enfermedad? ¿Qué tal problemas financieros o en tu matrimonio? Tal vez sea simplemente algo mundano. Muchas personas sufren de aburrimiento. Sea lo que sea, Dios quiere liberar Su poder milagroso en ti y levantarte. Pero depende de ti. Es Su poder lo que hace lo milagroso, pero Pedro no vio ese poder operando hasta que dio un paso fuera de la barca. 

Los mismos principios que operaron en la vida de Pedro para que pudiera caminar sobre el agua, ¡también funcionarán para ti! 

Necesitas que estos principios operen en tu vida para recibir el poder milagroso de Dios. ¡Así que bájate de la barca y comienza a caminar sobre las aguas! 

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