Es cuando tenemos comunión con Él por fe que nuestros ojos se abren a Su presencia.

Meditar en la Palabra de Dios hace que tu fe se fortalezca, y que la duda y la incredulidad salgan corriendo por la puerta.

Lo que esperamos de Dios es generalmente lo que obtenemos de Él.

Debido a que Jesús venció a la muerte, el temor y el aguijón de la muerte han sido eliminados para nosotros.

Este descanso sabático del Nuevo Testamento es simplemente nuestra relación con Dios en la que dejamos de hacer las cosas por nuestros propios esfuerzos y permitimos que Dios trabaje por medio de nosotros.

Este mandamiento es el primero de los Diez Mandamientos que da una promesa de bendición a aquellos que lo obedecen. Honra a tus padres como Jesús honró a los Suyos, y vivirás una vida larga y próspera.

En el momento en que Jesucristo murió, el velo se rasgó en dos, revelando que el sacrificio se había realizado y ya no había separación entre Dios y tú.

Aunque estos santos del Antiguo Testamento eran bendecidos, no podían entrar en la presencia del Señor porque la expiación de Jesucristo no se había completado.

Todos nuestros pecados: pasados, presentes, y futuros fueron perdonados por medio de la única ofrenda de Jesús.

Jesús despojó a Satanás de toda su autoridad (Mt. 28:18), y la única influencia que el enemigo tiene sobre nosotros es el engaño.

Todos hemos sido liberados por medio de la muerte sustitutiva de Jesús, pero tenemos que elegir si aceptamos nuestra libertad poniendo nuestra fe en Él y rindiéndole nuestra vida.

Cuando comprometes tus principios para ganar algo, lo perderás. Ir en contra de la verdad nunca vale la pena.

El día viene cuando cada rodilla de hombres, mujeres, niños, ángeles y demonios se doblará y confesará que Jesús es el Señor.

Un milagro es una intervención sobrenatural del poder de Dios sobre la ley natural. Las sanidades se producen dentro de los límites de la ley natural, mientras que los milagros no se limitan a la ley natural.

Es la Palabra que conocemos y pronunciamos con fe la que nos liberará. La Palabra es eficaz y poderosa porque es la Palabra de Dios.

La sanidad ha sido comprada para nosotros como parte de la expiación de Cristo. El Señor no se negaría a sanarnos como tampoco se negaría a perdonarnos.

La enseñanza de la Palabra es lo que traerá verdadera estabilidad y gozo a tu vida en Cristo.

Dios te ha dado todo lo que se necesita para caminar en victoria, pero también tienes el tesoro de tu espíritu nacido de nuevo alojado en una vasija de barro.

El único momento apropiado para orar: “Hágase tu voluntad”,es cuando te estás dedicando, comprometiendo, al servicio de Dios.

La vida eterna es tener una relación íntima y personal con Dios el Padre y Jesús el Hijo.