Ten presente que tienes la responsabilidad de compartir el Evangelio según te guíe el Espíritu Santo, pero sé responsable por tu parte, el resto depende de Él.

No puedes vivir una vida cristiana victoriosa y satisfactoria sin una dependencia momento a momento, hora a hora, día a día del Espíritu de Dios dentro de ti.

Así como la vida de la planta se encuentra en la tierra, la de una rama en la vid, y la del pez en el mar, tu vida se encuentra en tu unión con Jesucristo.

Si erróneamente piensas que Dios está trayendo tragedias a tu vida para hacerte más fructífero, entonces no podrás resistir al enemigo.

Jesús era igual a Dios en Su naturaleza divina, pero se hizo inferior al Padre en Su humanidad.

El punto principal es que la fuente de todo consuelo es Él, sin importar el canal que Él elija usar.

Así como los discípulos vieron a Jesús, pero no se dieron cuenta de que estaban viendo a Dios, tú podrías estar perdiéndote esta verdad porque tu enfoque está en lo que sucede a tu alrededor.

La gente hoy en día puede conocer porciones de la Biblia, pero no se dan cuenta de que las palabras escritas en ese libro son el camino a la victoria en cada área de sus vidas.

Algún día, todas nuestras dificultades parecerán nada, y esta perspectiva puede ser un gran consuelo para nosotros en el día a día.

Pedro negó al Señor con la boca, pero no con el corazón. Lo demostró con el remordimiento que experimentó después de ver a Jesús volverse y mirarle.

La única manera en que el cuerpo de Cristo logrará ser uno, como el Padre y Jesús son uno, es por medio del amor de Dios.

El comportamiento humano no puede justificar la bondad de Dios, como hijo o hija de Dios recibirás más bendiciones del Señor cuando las recibas como una expresión de Su amor y gracia hacia ti.

La comunión es una de las más poderosas profesiones de fe en la obra redentora de Jesús, y 1 Corintios 11:27 nos dice que no debemos tomarla a la ligera.

El pecado no puede ser controlado. No se puede pecar ‘un poco’. El pecado es pecado a los ojos de Dios, y cuanto más te sometes a él, más te captura.

Cuando un cristiano peca y le da al diablo la oportunidad de producir muerte en su vida, la manera de detener esto es confesando el pecado.

Debemos evitar las relaciones con aquellos que nos influyen negativamente más de lo que nosotros influimos positivamente en ellos.

Satanás trata de corrompernos a través de pensamientos contrarios a la Palabra de Dios. Su táctica original era el engaño y ese sigue siendo su método de operación hoy en día.

Jesús vio ‘el dar’ de esta mujer y supo el sacrificio que implicaba, tu Padre celestial toma nota de tu regalo más pequeño y un día te recompensará.

Pero la Biblia dice que Jesús “nos ha hecho sabios, y el mismo Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ti

Es posible ‘actuar santamente’ sin amar a Dios ni a las personas, pero es imposible que el amor de Dios no produzca santidad en una persona.